Método enzimático rápido para la determinación del ácido glucónico
El ácido D-glucónico (conjuntamente con su forma ciclado, D-Glucolactona) es un parámetro para evaluar el grado de firmeza de la uva producido a partir de glucosa por hongos y levaduras. Su concentración aumenta en proporción al grado de sobremaduración de la uva así como en uvas infectadas por hongos (por ejemplo, del género Botrytis). Es muy recomendable su determinación cuando el grado de humedad es elevado durante el proceso de maduración de la uva para adaptar el proceso de vinificación adecuadamente.
Método colorimétrico para la determinación de la acidez total
Los ácidos mayoritarios en la uva son el tartárico, el L-málico, que representan cerca del 90% del total, y el cítrico. Además, durante el proceso de fermentación, aparecen otros ácidos como el L-láctico, succínico o el acético que también contribuyen a la acidez total. El contenido total de ácidos es importante porque confiere al vino sus características organolépticas, resultando en vinos ásperos cuando es excesivamente elevada o planos, cuando es demasiado baja. Además, el contenido total de ácidos tiene relevancia en cuanto a la conservación del vino, inhibiendo el desarrollo de microorganismos.
Método enzimático para la determinación de ácido D-Láctico
La mayor parte del ácido láctico presente en el vino se produce durante la fermentación maloláctica con la transformación del ácido L-málico en ácido L-láctico, por lo que más del 75% del ácido láctico presente en el vino es el isómero L. El ácido D-láctico, por otro lado, está asociado con el metabolismo de la glucosa (y otros azúcares de hexosa) por las mismas bacterias lácticas (principalmente leuconostoc y lactobacillus). Una presencia de ácido D-láctico superior a 0,3 g / L es una indicación de contaminación bacteriana, ya que estas bacterias compiten con las levaduras por los azúcares, hasta inhibir la fermentación alcohólica.
Método enzimático para la determinación de ácido tartárico
El ácido tartárico es el componente principal que otorga al vino su acidez característica, encontrándose presente tanto en su forma ácida como en forma de sal potásica. Desde el punto de vista de la producción es un elemento crítico en el desarrollo de color y sabor durante el proceso de maduración del vino, así como de su estabilidad química posterior. La determinación de tartárico durante todo el proceso de elaboración permite mantener controlada su evolución organoléptica.
Método enzimático para la determinación de ácido cítrico
El ácido cítrico no es muy abundante en la uva en comparación con otros ácidos orgánicos. Al final de la fermentción puede añadirse para elevar la acidez, lo que aumenta la eficacia de los sulfitos presentes, y prevenir la turbidez férrica, ya que forma complejos solubles con hierro y cobre, aunque esta prácica tiene restricciones legales. El ácido cítrico también aporta sensación de frescura al vino, aunque en cantidades excesivas resulta desagradable.