Método turbidimétrico para la determinación de potasio
El potasio es el catión más abundante que contiene el vino. Su concentración depende tanto de la variedad de la uva, de las condiciones del suelo, de los procedimientos de recogida (presencia de raspones) y de los métodos empleados en la elaboración del vino. Valores altos de potasio en la uva darán lugar a mostos más básicos, lo que pudiede afectar negativamente a la calidad del vino. Aunque la mayoría de las sales potásicas son solubles, el bitartrato potásico disminuye su solubilidad según aumenta la concentración de alcohol dando lugar precipitados que, aunque no afectan a las propiedades organolépticas del vino, si pueden ser percibidos como una merma de calidad.
Método colorimétrico para la determinación de hierro
El hierro se encuentra presente en la uva procedente tanto de la misma uva como de restos de tierra y del contacto con las herramientas utilizadas durante el proceso de elaboración. El hierro es capaz de formar sales complejas coloreadas y por tanto es un elemento crítico a la hora de aportar tonalidad al vino. Un exceso de hierro, además de aportar una tonalidad azulada, puede provocar la aparición de precipitados de fosfato férrico (blanco) y tanato férrico (azul) en condiciones de oxidación.
Método colorimétrico para la determinación de cobre
La presencia de cobre en vino es habitual debido tanto a los tratamientos fitosanitarios realizados sobre la uva, así como a la adición controlada de sales de cobre como parte del proceso de elaboración del vino. La mayor parte del cobre es precipitado en forma de sulfuros y filtrado posteriormente. Sin embargo, una concentración residual alta del mismo es tóxica y puede afectar severamente el proceso de fermentación alcohólica, acelerar la oxidación fenólica, ocasionar turbidez y producir precipitados en medio reductores. El control de la concentración de cobre es fundamental para asegurar tanto la estabilidad durante el proceso de maduración como garantizar el consumo seguro.
Método colorimétrico para la determinación de calcio
El calcio es un elemento natural en el mosto, aunque en determinados procesos de elaboración pueden añadirse sales de calcio (carbonato cálcico para la reducción de la acidez) y otras sustancias ricas en calcio (caseína para la clarificación). La solubilidad del calcio disminuye al aumentar la graduación alcohólica, llegando fácilmente a la sobresaturación. En estos casos hay riesgo de originar precipitados de tartrato cálcico (y en algún caso oxalato cálcico) durante el envejecimiento dentro de la botella, ya que su formación es muy lenta. Esta problemática es particularmente relevante en vinos blancos por su visibilidad. El control de los niveles de calcio permite forzar la precipitación de dichos cristales, y su posterior filtrado, como parte del proceso de elaboración.